jueves, 9 de febrero de 2023

Dando señales de vida y enrollándome como las persianas

 ¿... Hola?

No sé si todavía quedará alguien por ahí, pero, de ser así... ¿qué tal? ¿Cómo os va la vida?

Hace tanto tiempo que no me paso por aquí que no sé si me acuerdo de cómo se hacía esto 😅 Pero voy a hacer lo posible por resucitar un poquito este blog, contaros qué tal me va a mí la vida y lo que planeo hacer en lo referente a la escritura. 

Para empezar, y en caso de que haya gente nueva, gente que no me ha leído nunca o, simple y llanamente, no os acordéis de mí: ¡Hola! Me llamo Sandra, tengo 31 años y me encanta leer y escribir. De hecho, tengo otro blog en el que hablo de vez en cuando de los libros que voy leyendo (y ese sí que lo mantengo activo, aunque sólo sea una o dos veces al año). Os dejo el enlace por aquí por si os apetece pasaros.

Y en este blog hablo de escritura. O hablaba, mejor dicho, porque desaparecí a finales de 2020 y no me ha dado por volver a actualizar hasta ahora. Así que aquí tenéis un pequeño resumen de las novelas que escribí y de las que os solía hablar hace años: Magia medieval (2008), Días sin fin (2009), Silencio. Mirada de Cazadora (2012), Bajo el cielo azul de primavera (2013), Proyecto J (2015), Proyecto IMA (2019) y Proyecto Brujas (2022).

Y ahora, unas cuantas aclaraciones acerca de cada una de ellas.

Por un lado, Magia medieval salió publicada en marzo del año 2010 y dejó de estar disponible un año más tarde. Os dejo por aquí la entrada que más visitas y vida tiene de este blog, en la que hablo con detalle de cómo me fue con la editorial y por qué no recomendaba publicar con ella. Añado que escribí ese post hace muchos años y, aunque mi opinión sobre la editorial sigue siendo la misma, es posible que ellos hayan cambiado, por lo que tengo entendido. Aun así, no tengo intención de borrar mi post porque fue mi experiencia, así lo viví en su momento y estaba (y estoy) en mi derecho de exponer mi vivencia. No pretendo echarle mierda a nadie, ya digo que esto sucedió hace muchísimos años (más de diez ya), pero el post va a permanecer ahí porque fue lo que viví punto por punto. 

La novela lleva sin estar disponible desde 2011 y, aunque he intentado revisarla y corregirla en más de una ocasión para intentar volver a publicarla (de hecho, en 2015 la reescribí al completo), por diferentes motivos es algo que no he llegado a hacer, y en estos momentos no entra en mis planes ponerme a trabajar en ella, por desgracia. Echo muchísimo de menos a mis niños, pues no deja de ser la primera novela que escribí y sus personajes fueron los primeros con los que conecté, así que sé que, en algún momento, les llegará la hora de brillar.

En 2011 vio la luz Días sin fin, la cual escribí casi a la vez que Magia medieval (aunque las terminé en años diferentes: Magia medieval, en 2008, y Días sin fin, en 2009). Mi experiencia fue bastante buena, los editores me trataron genial en todo momento y me tuvieron en cuenta para cada decisión respecto a la novela, aunque ya hace muchos años que se terminó el contrato y el libro se encuentra en liquidación en su página web por 8€. No sé si alguien querrá pillarlo a estas alturas, pero, por si acaso, dejo por aquí el link

Al margen de la web de la editorial, Días sin fin no se encuentra disponible por ningún sitio más, y creo que seguirá sin estarlo en un tiempo largo. Al igual que me sucede con Magia medieval, esta novela fue revisada años más tarde, pero no llegué a finalizar la corrección y, en estos momentos, no tengo planes de ponerme a trabajar en ella, la verdad. Fue mi segunda novela y creo que hice lo mejor que podía hacer en el momento en que la escribí, así que, aunque no quiero hablar muy alto por si acaso acabo cambiando de idea, quizás esta sea la única de mis novelas que nunca llegaré a corregir ni intentar publicar de nuevo. Quién sabe si cambiaré de idea, pero, por ahora, Días sin fin se quedará como está.

Mi tercera novela, Silencio. Mirada de Cazadora, se fue subiendo a modo de blognovela a medida que la iba escribiendo, allá por los años 2011-2012, pero nunca llegó a estar publicada del todo. Con el paso de los años se me han ocurrido diversas ideas para ella, para mejorarla y reescribirla, pero no he llegado a ponerme a ello aún. Y quiero hacerlo, pues diría que Silencio es mi protagonista favorita de todas las que he creado a lo largo de los años, aunque no lo quiero decir muy alto porque luego me acuerdo del resto de mis personajes y también los quiero muchísimo, pero es que con ella conecté de una manera muy especial. Fue la primera novela que escribí en primera persona y únicamente desde su punto de vista, y eso me hizo llegar a conocerla y quererla de una forma diferente, y más especial, que al resto de mis personajes (aunque no quiero desmerecer a ninguno).

Bajo el cielo azul de primavera (BECADP para los amigos) fue mi cuarta novela y la autopubliqué en Amazon en mayo de 2015. Sin embargo, hace unos años descubrí que me la habían pirateado y, además, plagiado, pues habían cambiado el nombre de los personajes y dejado el resto del texto como si perteneciese a la persona que me robó la novela 🙃 (Que después se disculpó y lo borró todo, vale, pero es que no tendría que haberlo hecho en primer lugar. El daño ya estaba hecho.) Así que he de reconocer que aquello me hundió bastante y retiré la novela de todas partes. 

No obstante, hace un tiempo empecé a darle vueltas a si podía hacer algo con esta novela ahora que ya no estaba disponible, y se me ocurrieron unas cuantas ideas para darle un giro de tuerca y mejorarla. Y, hace literalmente dos semanas, se me vino la inspiración de golpe y me puse a trabajar en la reescritura de esta historia. Es en lo que estoy trabajando actualmente y espero poder contaros más cosillas en un futuro cercano, ya sea por aquí o por mis redes sociales (que os dejaré más abajo).

Sobre el Proyecto J no hay mucho que pueda decir. La empecé a escribir teniendo una idea, muchísimos personajes y bastante ilusión por lo que quería contar, pero antes de llegar a finalizarla, me di cuenta de todos los fallos que tenía, de su inconsistencia y de lo mucho que tenía que aprender y mejorar antes de poder abordar una novela así, por lo que la dejé sin terminar, la guardé en una carpeta de mi ordenador y ahí se quedó. Y la cosa es que, no hace mucho, se me ocurrió el que podría ser el giro definitivo para que, esta vez sí, la historia tuviera esa consistencia que vi que le faltaba, así que quién sabe si, por fin, ha llegado la hora de que intente sacarla adelante.

A finales de 2016 empecé a tener ideas para la que se acabaría convirtiendo en mi novela más ambiciosa hasta la fecha: el Proyecto IMA, que cuento como mi quinta novela, aunque, si tenemos en consideración el Proyecto J, realmente debería ser la sexta. El Proyecto IMA se llama así por las iniciales de sus tres protagonistas y es la novela más diferente que he escrito hasta la fecha. En ella abordo diferentes temas y he de admitir que, en más de una ocasión, sentarme a escribir significaba desgastarme en el terreno emocional, además de que la historia sufrió muchísimos cambios mientras trabajaba en ella, motivos por los cuales tardé cerca de tres años en terminarla. 

Desde entonces, espera con mucha paciencia su turno de ser corregida, pues, de nuevo, sé todo lo que tendré que afrontar con ella en el terreno emocional cuando por fin empiece a revisarla y corregirla, y es por ello por lo que lo he pospuesto de manera indefinida. No sé si el 2023 será o no el año de mis chicas sáficas, no puedo prometer nada, pero sí sé que las echo muchísimo de menos y que quiero dar todo y más de mí en esta novela. Y siento que aún no estoy preparada para ello.

Por último, el Proyecto Brujas es la novela en la que empecé a trabajar el año pasado y que dejé pausada en septiembre. No lo hice porque quisiera, sino, básicamente, porque me obligó la vida. Me estaba encantando lo que estaba escribiendo, quiero muchísimo a mis brujitas y tengo la firme intención de escribir la novela completa este año, pero me temo que, debido a los meses que hace que no me pongo con ella, me siento bastante desconectada de la historia y de los personajes, y, como ya os he contado, hace muy poquito que he reconectado con BECADP y con su historia, por lo que mis brujitas se van a tener que esperar un poquito. Pero no mucho. Prometido 🤞

Y esto es todo lo que puedo contar respecto a la escritura. En general, han sido unos años en los que he trabajado mucho, pero no llego a tener nada terminado, o al menos nada que me convenza lo suficiente como para enviarlo a editoriales y ver si a alguna le gusta mi trabajo. Es algo que espero cambiar pronto, empezando por BECADP y siguiendo con mis brujitas, y pretendo que sea este año. Cruzad los dedos para que me salga bien, porque llevo ya dos años lidiando con la ansiedad y eso me acrecienta las inseguridades y hace que resurja el síndrome del impostor como el ave fénix de sus cenizas.

Ahí ya entraríamos en el tema personal, del cual os voy a contar un poquito, pero si no queréis leer a partir de aquí, no pasa nada. Por un lado, tuve unos años en los que escribí menos por empezar por fin a adentrarme en el mundo laboral, y, evidentemente, los trabajos que fui teniendo en esos años me iban quitando tiempo para sentarme a escribir (aparte de que, claro está, seguía teniendo otras cosillas en mi vida: la lectura, los videojuegos, el cine,  salir...).

Ahí fue cuando empecé a tener problemas para compaginarlo todo, pero la cosa se acrecentó en 2020 por dos motivos: la llegada de la pandemia y mi diagnóstico de celiaquía. Fueron dos cosas que me trastocaron y me hicieron tener que cambiar mucho mi vida, y eso me hizo lidiar peor con todo en general, así que mi relación con la escritura en los últimos años ha sido intermitente. Estaba algo seca de ideas, ya no notaba la misma ilusión al escribir que diez años atrás, cuando escribí Magia medieval, Días sin fin, Silencio, BECADP... Era como si esa bombilla se me hubiera apagado por dentro, y ahora mismo, a principios de 2023, todavía estoy luchando por volver a encenderla.

Y no sólo la bombilla de la escritura, claro, sino todas las demás. Ya más o menos tengo asimilado el tema de la celiaquía, aunque sigo siendo muy insegura y eso me afecta en todos los aspectos de mi vida. Es algo en lo que estoy trabajando, pero, tras los tres últimos meses del 2022, noto que he vuelto a recaer y me siento más insegura que nunca. Y todo se debe a unas prácticas en las que empecé con toda la ilusión, pero en las que me fui desinflando poco a poco al ver que aprendía demasiado despacio y que no era capaz de llegar a lo que se me exigía. 

Por suerte, todo eso se terminó ya. Ahora afronto la vida por mi cuenta, con la cabeza puesta en sacarme unas oposiciones más pronto que tarde, conseguir mi plaza y, por fin, poder dar el paso de irme a vivir sola. Tengo unas ganas LOCAS de que llegue ese momento, pero sé que todavía queda muy lejos, que tengo mucho que trabajar y aprender por el camino, y por eso me intento armar de paciencia, aunque me resulta muy difícil. Siempre he sido de las personas que, cuando quieren algo, lo quieren YA, y unas oposiciones precisamente no se sacan de un día para otro ni mucho menos 😂

Así que intento ser paciente, centrarme en el camino que tengo por delante y disfrutar de él. Por suerte, cuento con el apoyo de mi familia, mis amigas y mi psicóloga. Porque, sí, voy a terapia desde finales de 2020, aunque de forma intermitente debido al tema económico, pero, siempre que me ha sido posible, he ido, y siento que me ayuda muchísimo y que me encuentro mil veces mejor cada vez que salgo de una sesión con mi terapeuta. Me entiendo y me conozco mejor a mí misma, estoy aprendiendo a vivir y sentir mis emociones en lugar de intentar eliminarlas u ocultarlas, y trabajo cada día en ser un poquito más yo, más independiente, más fuerte y segura. Todavía me queda mucho camino también en este aspecto, pero estoy más que dispuesta a transitarlo.

En fin, en febrero de 2023, así es mi vida. Oposiciones, terapia, intento de reencauzar mi vida, ansias por independizarme, deseos de recuperar al cien por cien las ganas de escribir, querer trabajar en BECADP... Y muchos, muchísimos libros por leer. Ese podría ser un buen resumen 😂

Tenía muchas ganas de pasarme por aquí y hablaros un poco de todo esto. O hablar sobre ello, a secas, a modo de diario, porque hace tanto que no actualizo este blog que ni siquiera sé si la gente que lo seguía se acordará de su existencia 😂😂 Pero bueno, si es así no pasa nada, me apetecía muchísimo hacerlo y es posible que lo vuelva a hacer más adelante. Por mi blog de lecturas me paso un par de veces al año, así que intentaré mantener la misma frecuencia por aquí (por muy espaciada que sea). Así os voy contando cómo voy avanzando con todo: mis proyectos de escritura, las oposiciones, la terapia...

Y, por supuesto, ¡espero que quienes seguís aquí estéis de maravilla! Os dejo a continuación todas mis redes sociales por si os apetece seguirme por alguna de ellas 😊 (Por instagram suelo estar más activa, aunque parece que ahora mismo no le apetece enseñar las cosillas que subo a mi cuenta literaria xD En fin, es instagram, sería un milagro que funcionase bien 😂).

-Twitter: @SilenZahra.
-Instagram: SilenZahra // BookishSan.
-Goodreads: Sandra C. Gallegos.
-Mi otro blog: El Jardín del Invierno.
-Mi e-mail: sandra.cgallegos@gmail.com.

¡Nos leemos pronto! 💖

PD: No, no me he olvidado de mis relatos, pero de ellos prefiero hablar otro día 💖