domingo, 31 de julio de 2016

Despacito y con buena letra...

¡Hola a todos!
No, hoy no vengo con la siguiente entrada de Disney; me temo que tendrá que esperar un poco. Hoy sólo quería dar señales de vida y hablar un poquito de lo que estoy haciendo ahora.

Este mes de julio se ha celebrado, de nuevo, el CampNaNoWriMo. Yo me he unido y, como el año pasado, apenas he escrito. Cuando no se trata de noviembre, intento ponerme una meta de palabras más baja, porque en verano, no sé por qué, me cuesta más escribir. No sé si será el calor o qué, pero me apetece menos escribir. Mejor dicho: me apetece menos hacer cualquier cosa. Lo cierto es que en verano me cuesta horrores levantarme de la cama, no ya por las mañanas, sino en cualquier momento del día.
En fin.

A pesar de todo, intento luchar contra la flojera y hacer cosas importantes y trascendentales para la humanidad, como, no sé, hacer la cama, pasear a los perros, fregar los platos, limpiar la casa... Y, también, escribir y dibujar. Esto último me cuesta más; cuando tengo tiempo para mí, me apetece más ver una película, jugar un rato a la consola, desconectar... Por supuesto me sigue encantando escribir y dibujar, pero, en fin, tampoco es el primer verano en que me cuesta moverme y hacer cosas. Definitivamente el calor me afecta en exceso...
(Por eso tengo que irme lejos de mi ciudad, porque aquí en verano es calor abrasador y en invierno, te congelas. Y yo no aguanto los extremos.)

El caso es que este mes de julio me volví a unir al CampNaNoWriMo con una meta de 10k palabras, que es bastante bajita en comparación con las 50k que intento escribir cada mes de noviembre. Y lo he conseguido por los pelos... Poco me ha faltado para quedarme con las ganas de alcanzarlas, porque no he escrito todos los días ni de lejos, y cuando escribía, apenas rozaba las mil palabras en un día.
Qué difícil es escribir en verano, madre mía.

A pesar de todo, de nuevo habrá un curso de escritura en Cádiz este verano, esta vez en agosto, y estoy deseando empezar. Será una buena manera de combatir el maldito calor que nos toca aguantar en esta época del año... A ver si con eso consigo escribir, si no todos los días, casi todos, porque en julio, en una semana, apenas había dos días en los que escribía. Con suerte, tres.
En fin, a ver qué tal se me da agosto en lo concerniente a la escritura. Espero que mejor que julio...

Creo que poco más me queda por contar. Sólo que he estado escribiendo tres cosas al mismo tiempo, pero prefiero no decir una palabra más, al menos de momento. Una de ellas estará disponible en wattpad pronto, pero las demás... Quién sabe lo que pasará con ellas. Yo prefiero callarme, trabajar y esperar. Nada de lanzar las campanas al vuelo.

En fin, esto es todo. Como siempre, os dejo por aquí mis redes sociales:
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¡Nos leemos!

sábado, 9 de julio de 2016

Disney (2): Primera era: Pinocho y Fantasía (1940)

¡Hola a todos!
Espero que sigáis vivos y no os hayáis derretido. Yo estoy a punto, sobre todo porque hoy en mi ciudad está soplando el levante y el calor se incrementa... -.-''

En fin, me apetecía hacer por fin esta entrada, ya que durante estas últimas semanas no he tenido nada de tiempo debido al curro. Tampoco he podido escribir, por lo que esa meta que me puse en el Camp NaNoWriMo de escribir 25k palabras durante el mes de julio... Me da que no la voy a poder cumplir.

Pero bueno. Como os comenté, se me ocurrió que podría hablar un poco de Disney para no dejar el blog muerto todo el verano. Mi idea es hablar hoy de Pinocho y Fantasía, ambas de 1940, y de aquí a un par de semanas, de Dumbo (1941) y Bambi (1942), y así dar por zanjada la primera era de Disney.

Quiero aclarar que lo que yo voy a tratar de hacer aquí no es un análisis cinematográfico, ya que yo ni de lejos soy experta en cine. Mi intención es, aparte de dar mi opinión, argumentarla, basándome en los valores que transmite cada película y en la coherencia de la misma, más allá de la calidad de la animación, de la trama, de los personajes... Eso prefiero dejarlo para cuando reseño en goodreads los libros que voy leyendo :P
Dicho esto, empecemos.

Hace unas semanas os hablé de Blancanieves y los siete enanitos, la primera película de Disney, que vio la luz en 1937. La segunda película de la compañía, Pinocho, no llegaría hasta tres años más tarde, cuando acababa de estallar la Segunda Guerra Mundial, y también fue la adaptación de un cuento de hadas. Yo recuerdo haber visto esta película muuuuchas veces de pequeña, pero ya hacía bastantes años que no la veía porque nunca llegó a convertirse en una de mis favoritas.
Y, cuando volví a verla hace poco, entendí el porqué.


Tengo que empezar diciendo que Pinocho me parece horrible. HORRIBLE. No como película en sí, sino... Madre mía. La trama hace aguas, la música no me podría parecer más tonta, Pinocho no podría ser más ODIOSO, y además... Es que esta película transmite unos valores que...

Como dijo Jack el Destripador: Vamos por partes.

Al empezar la película nos encontramos con Pepito Grillo, ese personaje que dice ser la conciencia de Pinocho, pero que luego, en mi opinión, no es que actúe precisamente como tal... Luego conocemos a Gepetto (¿o es Geppetto? I don't know (?)) y entramos en su casa plagada de relojes; que alguien me explique, por favor, cómo es capaz este hombre de dormir con tantísimos tic-tacs resonando tan cerca de su cama.

También vemos a Fígaro, un gato que, más que mascota, es esclavo de Gepetto, aunque quizá estoy exagerando, pero es que hay una escena en la que Gepetto le pide al gato que abra la ventana, la cual está situada justo al lado de la cama de Gepetto, en la cual él está acostado. Y, sin embargo, hace levantarse al gato y abrir la ventana, con el consiguiente riesgo de que se caiga. Además, más adelante, cuando Gepetto sale de la casa, les prohíbe a Fígaro y a Cleo, el pez, que coman nada hasta que él y Pinocho vuelvan, sin que nadie sepa en realidad cuándo van a volver... así que los animales bien podrían morirse de hambre.
Pero eso a Gepetto le da igual.

En fin, me estoy adelantando. El caso es que Gepetto le pide a Fígaro que abra la ventana y, cuando ve en el cielo una estrella excepcionalmente brillante, empieza a rezarle y le pide un deseo. Un deseo que se le concede mientras duerme: la estrella, que resulta ser el Hada Azul, aparece en su casa y da vida a Pinocho, la marioneta que el carpintero ha tallado esa misma tarde. El hada, por cierto, es clavada a Blancanieves, pero con el pelo rubio y un poco mayor. Supongo que es algo normal que los personajes femeninos de Disney se parezcan un poco entre sí, como ya hemos visto en numerosas ocasiones, pero no puedo evitar que me llame la atención.

Volviendo al tema, cuando Pinocho cobra vida, es prácticamente un bebé. Sabe hablar, sabe moverse, pero no sabe qué es una escuela, ni distinguir entre lo que está bien y lo que está mal. Por eso mismo, el Hada Azul decide que Pepito Grillo sea la conciencia de Pinocho y lo guíe por el buen camino para que pueda llegar a ser un niño de verdad algún día.

Lo primero que hace Gepetto al descubrir que Pinocho está vivo es ponerse a cantar y a bailar. Aunque sean las tantas de la madrugada y pueda molestar a los vecinos. Cabe mencionar que Gepetto ya había estado cantando y bailando antes, cuando creó a la marioneta, y también Pepito Grillo cuando se convirtió en la conciencia de Pinocho. Vamos, que esta es una película muy musical, al igual que lo fue Blancanieves y al igual que lo fueron las demás películas que vinieron durante la década de los cuarenta (y la mayoría de las películas de Disney, you know).

Y, después de la noche de cante y baile, Gepetto envía a Pinocho a la escuela. Pero no se le ocurre acompañarlo él mismo, no; Gepetto da por hecho que, aunque Pinocho apenas lleva vivo unas horas y sólo conoce el interior de su casa, sabrá encontrar él solito el camino hasta la escuela. Y solamente le da un libro y una manzana para todo el día, y la manzana ni siquiera es para Pinocho, sino para el maestro, y no lo ha matriculado... En fin xD

Pepito Grillo, como buena conciencia, acompaña a Pinocho a la escuela, pero luego no es capaz de evitar que el Honrado Juan y Gedeón, un zorro y un gato que hablan (mentira, el gato no dice una palabra), arrastren a Pinocho al espectáculo de marionetas de Strómboli. Lo mejor es que, al ver que Pinocho no le hace caso y se larga con el zorro y el gato, Pepito Grillo se encoge de hombros, se da la vuelta y se va. Ni siquiera se preocupa por asegurarse de que Pinocho esté bien. Gran conciencia, sep.

En el espectáculo de marionetas tiene lugar la escena en la que Pinocho canta la famosa canción esa de "Sin hilos yo me sé mover..." De pequeña me sabía esa canción, pero ahora, afortunadamente, se me ha olvidado. Juro que la música de esta película no me gusta ni un poquito xD

Tras la actuación, Strómboli secuestra a Pinocho y se dispone a llevárselo para hacerse de oro en sus espectáculos. Mientras Pinocho está encerrado, se echa a llorar y aparece el Hada Azul, además de, milagrosamente, Pepito Grillo, quien, sinceramente, no me enteré muy bien de cómo consiguió encontrar a Pinocho de la nada (?)

Pinocho recibe una lección del Hada Azul y del grillo y promete no volver a mentir y regresar a casa de inmediato, ya que Gepetto, preocupado, ha salido a buscarlo (sólo con un abrigo, un candil y un gorro de dormir y sin tener ni una pista de dónde buscar). Pinocho promete también ir a la escuela al día siguiente, pero, por lo que se da a entender, ni siquiera pasa por casa; de nuevo le vemos, al día siguiente, camino de la escuela, y de nuevo se deja embaucar por el zorro y el gato, como si todo lo ocurrido el día anterior no hubiera pasado at all. Bien, Pinocho, bien. Vas por buen camino si quieres ser un niño de verdad.

En esta ocasión, Pinocho se deja arrastrar a una isla a la que llevan a todos los niños con el objetivo de que se transformen en burros. Claro que Pinocho no se da cuenta de esto hasta que su "amigo", que no para de fumar como un carretero y le ha enseñado a jugar al billar, se convierte en burro delante de sus narices; justo después, al propio Pinocho le crecen orejas de burro.
Entonces Pepito Grillo lo saca de allí y, cuando al fin vuelven a casa de Gepetto, descubren que éste ha sido tragado por una ballena mientras buscaba a Pinocho.

Vale. Un par de cosas. Primero: Pepito Grillo no está pegado a Pinocho durante toda la película, por lo que vaya conciencia de pacotilla; yo lo despediría de inmediato. Sin embargo, de manera inexplicable, el grillo es capaz de dar con la marioneta un par de veces. Hace un tiempo ya que vi la película y, la verdad, no recuerdo con exactitud si, quizá, el Hada Azul le indica a Pepito dónde buscar (?) Pero yo juraría que no xD Así que no entiendo cómo el grillo es capaz de encontrar a Pinocho, pero Gepetto no.

Segundo: en cuanto al carpintero, es realmente muy impulsivo de su parte echarse a la calle en mitad de una noche lluviosa, con un gorro de dormir, un abrigo y un candil, para buscar a una marioneta a la que sólo ha visto durante unas horas, en la noche de su creación, justo antes de enviarlo a la escuela. Es muy impulsivo y muy temerario de su parte, sobre todo sin tener siquiera una pista de dónde podría estar el niño/marioneta. Además... ¿¡cómo demonios termina en el estómago de una ballena!? ¿Adónde se fue a buscar a Pinocho, por dios? ¿Realmente pensaba que al niño se le habría ocurrido hacerse a la mar? ¿O que, en caso de que la marioneta hubiera sido secuestrada, le iba a ser tan fácil dar con los secuestradores?

En fin. Como por arte de magia, Pinocho parece saber exactamente dónde buscar, en qué mar u océano, ya que se lanza de cabeza al que le pilla más cerca y va caminando bajo el agua, tan campante, con sus orejas de burro y con su grillo que no se ahoga. Y, sin embargo, más adelante, están a punto de ahogarse. Mí no entender (?)

Se ve que en el mundo no hay tantas ballenas como creemos. En la película nos dicen que Gepetto está en el estómago de una ballena, pero nunca se especifica en el estómago de cuál; sólo sabemos que se llama Monstruo, lo cual ya es raro, porque que una ballena tenga nombre... Sin embargo, la primera ballena con la que Pinocho se topa bajo el mar (Under the sea...) resulta ser la ballena en la que se encuentra Gepetto. ¡Bingo! ¡A la primera! Te llega a comer una ballena distinta y no te reencuentras con tu "padre" en la vida, Pinocho.

Con la siguiente escena sufrí. Sufrí porque me puse en la piel de la ballena y vi que, realmente, lo que Pinocho y Gepetto hacían era una crueldad. A estos dos no se les ocurre, para salir de la ballena, otra cosa más que encenderle un fuego en el estómago. Y el pobre animal estornudando y poniéndose enfermo. ¿¡Cómo no se iba a encabronar después!? ¡Demasiado buena fue, animalito! Pero, ¡qué va!, ella es el monstruo marino que se quiere comer a "nuestros héroes" (WTF) y ellos sólo quieren salvar sus vidas y volver a casa. ¡Y la ballena sólo quiere comer! ¡Es el ciclo de la vida, queridos! Qué pena que todavía faltasen décadas para El rey león...

Las últimas escenas de la película son clavadas a las de Blancanieves: tenemos a nuestra pobre víctima, Pinocho en este caso, inconsciente en una cama rodeada de velas, cual si estuviera muerto pese a ser un muñeco de madera, y a sus seres queridos alrededor llorando a moco tendido. Entonces sucede el milagro: aparece el Hada Azul, transforma a Pinocho en un niño de verdad y todos son felices y cantan otra vez. Típico final Disney, aunque por entonces aún no se sabía, claro.

Bien. Se supone que el Hada Azul transforma a Pinocho en un niño humano porque ha demostrado ser bueno y ha hecho un gran sacrificio. Teniendo en cuenta que, desde que Pinocho apareció, a Gepetto le ha ido de mal en peor, primero por la preocupación, luego por acabar en el estómago de una ballena al salir a buscar al niño/marioneta y, por último, por estar a punto de morir ahogado... no veo yo que Pinocho haya demostrado ser bueno. Más bien al contrario. 

El niño no para de portarse mal durante toda la película, ignora a Pepito Grillo cuando éste le da consejos, le miente en la cara al Hada Azul, se olvida de las lecciones de la vida de un día para otro... Sólo es capaz de intentar empezar a portarse bien al final, cuando le aparecen las orejas de burro y, entonces sí, se da cuenta de lo mal hijo que ha sido y de que tiene que volver con su padre.
Sinceramente, pienso que a Gepetto le hubiera ido mucho mejor en la vida si se hubiera quedado con sus relojes de cuco, su gato y su pez. El Hada Azul no le hizo un regalo, en mi opinión; lo de Pinocho fue más bien un castigo.

Claro que en esta película nadie está libre de pecado. Pinocho, como he dicho, tiene un comportamiento horrible durante toda la historia, y no veo yo que el intentar escapar de la ballena con Gepetto sea un gran sacrificio que merezca recompensa (?) Gepetto, por su lado, no es todo lo buena persona que nos quieren hacer creer, porque, como he mencionado, no es que trate muy bien a los animales; no se me olvida la escena en la que Pinocho se quema un dedo y Gepetto le hace apagarlo en la pecera de Cleo. La pobre pececita se quedó con la casa contaminada por culpa de estos dos...

El Hada Azul tampoco se libra, porque es que sólo ayuda a Pinocho y Gepetto cuando le apetece y, además, no entiendo yo muy bien qué criterios sigue para juzgar que la actitud de Pinocho es merecedora de un premio. No way! Y en cuanto a Pepito Grillo... En fin xD Vaya conciencia de pacotilla, en serio. Parece no entender que Pinocho es como un lienzo en blanco, que no sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, y no se esfuerza lo suficiente por cuidarlo, por hacerle entender lo que es la vida y por intentar sacarlo de los líos en los que se mete por su culpa. Además, es que hay un momento, como he mencionado, en que incluso decide, simplemente, marcharse. Ve a Pinocho alejarse con el zorro y el gato y sólo se encoge de hombros y dice: "Meh, pues me voy a casa". No con esas palabras, obviamente, pero esa es la actitud del grillo en esa escena. Flipante xD

Creo que queda clara mi opinión sobre esta película xD Pienso que transmite unos valores horribles en lo que respecta a los animales (¡pobre gato!, ¡pobre pez!, ¡pobre ballena!), y también, desde luego, en las actitudes de los niños que se deben premiar y las que no. Pinocho no merece recibir ningún premio por su comportamiento, sino un castigo, porque no ha hecho más que desobedecer a su padre y a Pepito Grillo, metiéndose en líos y arrastrándolos a ellos con él. Lo peor es cuando Gepetto por fin lo encuentra y, en lugar de regañarle por haberlo tenido tan preocupado y no haberle hecho caso en nada, lo abraza y se queda tan contento. A ver, entiendo que se alegre de encontrarlo, pero, coño, el niño se ha portado mal. ¡Qué menos que reñirle!
¿Algo bueno de esta película? Fígaro y Cleo. Creo que, si seguí viendo la película sin morir, fue por ellos, por mucho que salgan poco.

Bien, pasemos ahora a Fantasía.


Esta película, también de 1940, no nos cuenta en sí una historia, sino que se trata más bien de una serie de cortos unidos por la música. Algo característico de esta película es que no tiene diálogos: todo es música y los personajes se comunican por gestos, respaldados, again, por la música. Según tengo entendido, los artistas de la compañía se dejaron guiar por la música, compuesta por numerosas piezas clásicas archiconocidas, a la hora de crear algunos de estos cortos, como algunos que no son más que escenas en las que vemos a personajes fantásticos danzar mientras las estaciones cambian.

Es en esta película donde encontramos el famoso corto de Mickey y Yen Sid. Este último, cuyo nombre no es sino la palabra "Disney" leída al revés, es un mago poderoso que tiene de aprendiz al ratón Mickey y cuya magia reside en su sombrero. Cuando el mago se va a dormir, Mickey decide usar el sombrero para hacer magia y encantar a su escoba, de forma que sea ella la que recoja agua del pozo, que era la tarea que el propio Mickey estaba realizando.

Lo cierto es que me encantó volver a ver este corto, sobre todo porque fui capaz de apreciar la sincronización entre música e imagen, cosa que, cuando lo vi por primera vez de pequeña, me pasó desapercibida. Creo que es de los mejores cortos de esta película, sin duda, sobre todo por el claro mensaje que transmite de "no tocar lo que no conoces ni es tuyo". O de no jugar con la magia, como se prefiera interpretar.

En cuanto al resto de cortos, la verdad es que pocos de ellos me gustaron xD El primero consistía sólo en unas formas abstractas mientras sonaba la música y, sinceramente, me aburrió. El segundo me gustó un poco más, pero tampoco fue gran cosa, más allá de la fantástica animación y de la música de El cascanueces. El tercero fue el de Mickey y me gustó bastante, como he dicho.

El cuarto fue, de hecho, el que menos me gustó. Llegó incluso a parecerme desagradable :S Es el de los dinosaurios, todos batallando y muriendo... A ver, entiendo que la intención era mostrar el inicio de la vida en la Tierra, pero no me gustó la forma en que fue llevado a cabo xD De hecho, ni siquiera fui capaz de verlo entero, lo confieso, porque es que lo estaba pasando mal con los dichosos dinosaurios... Nunca se me habría ocurrido pensar que Disney está detrás de ese corto, la verdad xD

En cuanto al quinto corto, consiguió gustarme con todo el tema de la mitología grecorromana, que es algo que a mí siempre me ha encantado, pero el sexto... Madre mía xD El sexto corto es digno de los inicios de Disney, porque se ve ese intento por hacer humor fácil a través de la ridiculización de unos animales bailarines. Hipopótamos, avestruces, cocodrilos, ¡elefantes! Creo que ya sé de dónde sacaron la idea para, más tarde, crear la famosa escena de las Ánimas de Dumbo xD

El séptimo corto fue absolutamente alucinante. Es aquí donde aparece ese demonio del que tanto había oído hablar, pero al que aún no había visto, y he de decir que mereció la pena la espera. Este corto fue todo un espectáculo, un regalo a la vista y a los oídos, y además, muestra que se puede contar una historia sin necesidad de diálogos ni de alargarse demasiado. Me encanta.

En fin, poco más puedo decir sobre esta película. Creo que fue un experimento muy interesante y arriesgado por parte de Disney, sobre todo teniendo en cuenta que lo hicieron en plena guerra mundial, y, a pesar de que no todos los cortos me gustaron, creo que Fantasía es una buena película. Mejor, desde luego, que Blancanieves y Pinocho, in my humble opinion :P

Antes de despedirme quiero hacer un breve comentario sobre otra película de Disney que salió a principios de los años cuarenta, pero que muy poquita gente conoce: El dragón chiflado. En realidad, no estoy segura de que se la pueda considerar una película, porque no llega a durar una hora. La primera parte de esta película está en blanco y negro, pero el resto es animación y esa fue la parte que más me gustó.


El dragón chiflado se llama en realidad The reluctant dragon, El dragón reacio si lo traducimos literalmente. El protagonista es un dragón que se pasa los días cantando y bailando en el bosque y leyendo y recitando poesía, al contrario que el resto de dragones, que se dedican a atacar a las personas y a combatir caballeros andantes. El dragón vive muy tranquilo hasta que, un día, se topa con un niño que descubre sus particularidades y se extraña de conocer a un dragón que no quiere pelear.

Poco después entra en escena un famoso caballero andante que está ya muy mayor, pero que sigue combatiendo dragones. El caballero conoce al dragón a través del niño y los tres se hacen muy buenos amigos, incluso toman el té y recitan poesía juntos. Pero el caballero debe mantener su reputación de matadragones ante el pueblo, así que, entre los tres, trazan un plan que llevan a cabo al día siguiente.

Asegurándose de que todo el pueblo les vea, el dragón finge atacar al caballero y este finge defenderse, y ofrecen un espectáculo de cara al resto del pueblo para entretenerlos y hacerles creer que, en efecto, el dragón es violento y el caballero lo está matando. En mitad de la pelea entran en una cueva en la que les espera el niño y, sin dejar de gritar y de crear ruido propio de una batalla, los tres toman el té tranquilamente dentro de la cueva.

Esta historia me gustó bastante y me hizo reír con su humor sencillo e inteligente a la vez. La verdad, teniendo en cuenta que, de las primeras películas de Disney, sólo me gusta Dumbo, no esperaba que El dragón chiflado fuera a gustarme tanto. No es gran cosa, cierto, pero desde luego me pareció mil veces mejor que Pinocho, Blancanieves y Bambi juntas. Al menos El dragón chiflado me hizo reír con esas peleas falsas y con los toques de humor inglés de los tres personajes principales xD

Vi El dragón chiflado no hace mucho a través de youtube. Lo cierto es que me costó la misma vida encontrarla, pero conseguí dar con ella y me lo pasé pipa viéndola, no sólo por lo que ya he dicho, sino también porque sólo estaba en inglés, lo cual me ayudó a aguzar el oído. Me encanta ver películas en inglés, actually, así que no me quejo de haber encontrado El dragón chiflado sólo en ese idioma.

En fin, Serafín xD Va siendo hora de cerrar esta entrada. A lo tonto he hablado de tres películas en una :P Y en la siguiente entrada planeo hacer lo mismo, esta vez con Dumbo y Bambi, con las que creo que me extenderé bastante. Con ellas finalizaré las entradas de la primera era de Disney y podremos pasar a la segunda, la de los años cuarenta, aunque a esas películas sólo les dedicaré una entrada. Son todas iguales y no me han gustado nada, así que no me apetece extenderme con ellas xD

¡Espero que os estén gustando estas entradas! Recordad que yo únicamente doy mi opinión y comento brevemente estas películas, pero no soy experta en cine ni muchísimo menos. Simplemente creo que es interesante ir viendo la evolución de Disney a lo largo de las décadas, hasta llegar a la actualidad ^-^

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