miércoles, 27 de febrero de 2013

Ediciones Atlantis: CUIDADO

Hola a todos.
La entrada que os disponéis a leer cuenta una historia REAL que, espero, sirva como advertencia a futuros escritores, para que vigilen con quiénes aceptan publicar sus obras. Ediciones Atlantis NO es trigo limpio, y a continuación me dispongo a explicar, con todo lujo de detalles, el porqué.
Aviso: es una entrada LARGA.

A principios del año 2010, yo apenas acababa de concluir y registrar mis dos primeras novelas: Magia Medieval y Días sin fin. Ambas fueron enviadas a numerosas editoriales para intentar sacarlas a la luz próximamente y, en lo que respecta a Magia Medieval, recibí una carta de una de ellas en la que aceptaban publicar mi novela.

Aclaro una cosa: Magia Medieval fue concluida en el verano de 2009 y registrada en la navidad de ese mismo año. Por esas fechas la envié a editoriales, y Ediciones Atlantis tardó en responder... cuánto, ¿uno, dos meses? Muy rápido, ¿no? Y además me ofrecían sacar la novela para la primavera de 2010...
En ese momento no lo vi, porque apenas entendía del tema, pero ahora sé que fue todo demasiado precipitado y que debería haberlo visto venir.

El caso es que, sin apenas pensarlo, acepté y ellos me enviaron el contrato. Lo revisé con lupa y me pareció legal, y también a todas las personas que lo leyeron antes de darme el visto bueno. No sospeché nada; lo firmé, lo envié y la publicación de Magia Medieval se puso en marcha.

A finales del mes de marzo de 2010, recibí cajas y cajas de ejemplares, pues realizaron una tirada de cien que, según sus condiciones, debía venderse durante la presentación, aunque al final me llegaron 150. Por supuesto, yo era una autora nueva, no me conocía nadie, y además el libro era caro: 20 euros exactos. Sobra decir que no se vendieron ni de lejos todos los ejemplares; demasiado milagroso fue el que se vendieran unos 30.

Esa primera tirada, sin embargo, corría a cargo del autor; al mío. Detalle que se olvidaron de mencionar en el contrato. Yo debía pagarles a ellos esos cien ejemplares y, por supuesto, a mí no me tocaba nada; nada de ese 10% que, por norma general, suelen llevarse los autores. Nada. Veinte euros, multiplicados por cien ejemplares (dos mil, ¿verdad?) que YO debía pagarles a ellos por publicar la novela.
Coedición encubierta, que se llama. Ya solamente por esto... cuidado. Pero la historia sigue.

La presentación se realizó un jueves por la tarde: 25 de marzo de 2010. El viernes, el dinero recaudado en la misma fue ingresado en la cuenta de Ediciones Atlantis, y les comenté que sólo había logrado vender 33, que qué tenía que hacer ahora con los 67 que me quedaban en casa y con los 50 que me habían enviado por toda la jeta, pero que no contaban para vender en la presentación.

Ese viernes, día 26, uno de los editores me tranquilizó diciéndome que no pasaba nada, que seguro que salía todo bien aunque hubiesen sobrado 67 ejemplares. Sin embargo, el lunes siguiente, 29 de marzo, volvieron a contactar conmigo. Me llamaron por teléfono y, muy amablemente, me dijeron que, tras la presentación, sólo daban una semana al escritor para pagar el resto de ejemplares que no se hubiesen vendido en la misma. A contar, claro está, desde el mismo día de la presentación; a saber, desde el jueves 25, y me lo estaban comentando al lunes siguiente, 29 de marzo. Sólo tenía tres días.

¿Una única semana para vender 67 ejemplares? ¿Hola? Y no, no creáis que esto me lo contaron antes de la presentación para que yo pudiera hacer mis planes, qué va. Me lo comunicaron ese lunes, el lunes siguiente a la presentación, quedándome tan sólo tres días para intentar vender esos libros. De lo contrario, la publicación de Magia Medieval daría marcha atrás.
Después, claro está, de que ellos hubieran ganado su buen pellizco a mi costa y a la de mi historia. Eso que no falte.

Y después de toda esta desinformación, del agobio que me entró en ese momento, de la desesperación y la decepción, de las ganas de ver mi obra en librerías... conseguí que el editor fuera "simpático" y me diese tres semanas de plazo para vender los 67 ejemplares.
Él, todo serio, inflexible, calculador, cerrado, profesional. Yo, desesperada, suplicante, casi al borde del llanto. Agradecida después, y condescendiente él, como si me estuviera haciendo un favor enorme al ofrecerme esas tres semanas y, por supuesto, al publicar mi novela.
Sí, lo sé, fui estúpida. Estúpida, tonta, impetuosa, irreflexiva, cegada por la ilusión. Estoy segura de que coincidís conmigo en que lo fui... y en que no debí siquiera firmar ese contrato.

Mi periplo comenzó. Cargada con los 67 ejemplares y acompañada por mi madre, comencé a buscar compradores que quisieran adquirir mi novela. Por internet vendí muchos, por suerte, y desde aquí aprovecho para agradeceros, si me estáis leyendo, que aceptaseis comprarme un ejemplar :)
También pedí ayuda a las librerías. Tres de ellas, en mi ciudad, se ofrecieron a quedarse con unos 5-10 ejemplares para tratar de venderlos, sacrificando incluso el porcentaje que les hubiese correspondido a ellos como libreros. Y, de verdad, no puedo estarles más agradecida.

Así, ayudada por muchísimas personas, tanto libreros, como compañeros de internet, como del instituto (profesores y alumnos), me ayudaron a sacar adelante Magia Medieval y, cuando quise darme cuenta, ya no me quedaban ejemplares. Había logrado vender los 67 que quedaban en tres semanas o menos. Y todo gracias a vosotros, que comprasteis un ejemplar para ayudarme. No sé cómo puedo pagaros.

Dio la casualidad de que, por entonces, se cumplía ya el plazo que el editor me había dado. Y no se le pasó, eh; me envió un mail para recordármelo, tan serio y profesional como se había mostrado cuando me concedió esas tres semanas, y con un "Fuimos muy claros a ese respecto" para asegurarse de que tenía la razón y yo no podía rebatírselo.
Le respondí ese mismo día, tras haberle ingresado el dinero correspondiente, y desde la editorial me aseguraron que la nueva edición, la que se pondría a la venta, estaría lista la próxima semana y sería distribuida por todas las librerías de España.

Corría por entonces el mes de abril. Finales, creo, y a la semana siguiente comenzaba mayo. Tras siete días de espera, me escamó un poco que aún no me hubiesen dicho nada, pero supuse que era normal que estas cosas se retrasaran y, además, estaba empezando mi época de exámenes en el instituto.
A lo tonto, la espera se alargó un mes entero. En todo mayo no supe de ellos, no tuve noticia sobre la publicación de Magia Medieval, y estaba tan agobiada estudiando que, hasta junio, en torno al día 10, no pude preguntarles nada.

Sí, estaba quemada. Quemada, escamada, mosqueada, preguntándome qué demonios había pasado, pero me abstuve de mostrarme hostil o exigente con ellos; lo consideré irrespetuoso. Pero ellos no, por lo visto, pues su respuesta fue más o menos así: "Estamos en ello, poco a poco. Pero vigila ese tonito que has empleado al dirigirte a nosotros, pues tuvimos mucha paciencia contigo cuando te quedaron ejemplares por vender tras tu presentación".
Más escamada me quedé aún que antes. No podía creer que me estuviesen diciendo aquello. Por desgracia, no supe ver que, finalmente, Ediciones Atlantis estaba mostrando su verdadera cara.

En fin. Tras esperar unos pocos días más, el 14 de junio me comunicaron que Magia Medieval ya había empezado a distribuirse, que estaba dado de alta en la Casa del Libro y en la web de la editorial, y que ya era posible encontrarlo en cualquier librería de España.
Sin embargo, para el 18 de junio aún no se había cumplido nada de esto. Mi nombre como autora no aparecía en la web de la editorial; el libro sólo se hallaba en una de las librerías que me habían ayudado previamente, y era sólo un ejemplar; y a la Casa del Libro aún no había llegado.

Cabe decir que la editorial contactó conmigo en enero, que firmamos el contrato en febrero, y que en el mismo se establecía que la editorial, a contar desde el día en que firmamos, debía poner el libro a la venta en menos de tres meses. De febrero a junio van cuatro... Julio estaba cerca y aún no se encontraba a la venta, no realmente, no literalmente. Y no era la primera cláusula del contrato que ellos rompían...

Durante ese verano, me moví por varias ciudades y pude comprobar que, poco a poco, Magia Medieval había ido llegando a todas partes. O eso creía yo, claro, pues básicamente, me moví solamente por Cádiz y Sevilla. Del resto de España no podía asegurar nada, a excepción de la palabra de un editor que ya se había mostrado irrespetuoso conmigo y que había faltado a su palabra.
Aun así, dejé que el tiempo pasara. Promocioné la novela cuanto pude, realicé un book-tour con ayuda del blog encargado de ello, recibí varias críticas y reseñas de la gente que lo iba leyendo. Y estuve tranquila, porque veía que había gente que sí que podía comprar la novela en su ciudad, fuera ésta la que fuese, y que quien se tomaba la molestia de leerme era tan amable después de contarme su opinión. Gracias, desde aquí, a quienes lo hicisteis. De verdad :)

Por desgracia, durante el otoño de 2010 comencé a darme cuenta de que no todo era tan bonito como me parecía... Había mucha, mucha gente que, en su ciudad, llevaba meses pidiendo la novela y no llegaba. Los editores, por lo visto, decían que no tenían ejemplares, aunque me temo que esto no lo recuerdo con exactitud. Sólo sé que la novela NO había llegado a toda España, que hubo gente que se quedó con las ganas de leerla, y desde Ediciones Atlantis no se hacían responsables.

Recuerdo además que una de mis tías, que trabaja en el Corte Inglés desde hace muchísimos años, removió cielo y tierra para conseguir que la novela se vendiese allí. Bastaría con unos poquitos ejemplares, e incluso podría hacerse otra presentación allí, para darle promoción.
Mi tía estuvo muchísimos meses volviéndose loca para que Magia Medieval llegara al Corte Inglés. Sobra decir que no lo consiguió... y sobra decir quién daba cada vez una excusa distinta, pero agarrándose, sobre todo, a la falta de ejemplares cuando, en teoría, la tirada era de cien y no todos se habían distribuido.

Fue entonces cuando empezó a darme vueltas en la cabeza la idea de cortar el contrato. No estaba convencida al cien por cien, no quería que mi adorada historia dejara de estar al alcance de todos. Pero, reflexionando, me di cuenta de que eso era una mentira: la novela NO estaba al alcance de nadie, y era culpa de la editorial.
Así, durante las navidades 2010-2011, estuve pensando seriamente en la idea de rescindir el contrato antes de tiempo y hablándolo con muchísima gente en privado, antes de decidirme del todo. Lo tenía todo a mi favor para cortar, desde luego, pero había algo que me echaba para atrás.

Entonces llegó la primavera del 2011 y, con ella, el momento de recibir el pago. El 10% de cada ejemplar vendido en España durante aquel primer año... que no lo era del todo, pues recordemos que la novela no estuvo formalmente a la venta hasta finales de junio. Pero el contrato fue firmado en febrero, por lo que se contaba desde entonces.

Los editores, por supuesto, no abrieron la boca. Pasó febrero, pasó la mitad de marzo, y ellos ni habían dado señales de vida para hacerme saber que me correspondía cobrar. No os confundáis, mi propósito al publicar no es el de enriquecerme y nunca lo ha sido; pero comprenderéis que ese dinero me correspondía como autora y estaba en mi derecho de reclamarlo.

Tan seco, escueto y "profesional" como siempre, el editor me respondió acerca del pago algo parecido a esto: "Te adjunto el documento de ventas de todo el año y la cantidad que te corresponde, pero no te podemos pagar aún, puesto que estamos en números rojos". Vayamos por partes...

Punto 1: En dicho documento constaba que, en todo ese tiempo, sólo se habían vendido 18 ejemplares de Magia Medieval entre junio de 2010 y marzo de 2011. Sin embargo, yo misma tenía referencias de muchísimas personas que me habían ido contando, a lo largo de ese tiempo, que lo habían comprado en tal o cual librería de tal o cual ciudad del país; y, creedme, eran más de 18. No puedo concretar el número, por supuesto, pero entre compañeros de clase, familiares que lo compraron en ese tiempo y no en la presentación, gente a la que conocía a través de internet y las personas anónimas, fueran quienes fuesen, que lo compraban sin saber nada de mí... Más de 18 y más de 25. A 30 ya no puedo asegurar que llegaran, pero casi.

Claro que, ¿cómo iba yo a poder demostrar todo esto? Sólo tenía la palabra de esas personas, bien a través de un mail, bien a través de un librero que me lo comentaba, bien a través de algún familiar que me lo decía de viva voz. ¿Cómo iba a poder demostrarlo? Por supuesto, la opción más lógica era la legal, pero por dios, cómo iba yo a poder pagar a un abogado...
De modo que tuve que tragarme la mentira de Ediciones Atlantis y aceptar que sólo había vendido 18 libros.

Punto 2: "Estamos en números rojos". Venga ya. Ahí sí que me tomaron por tonta, y voy a contaros por qué. Para empezar, echad un ojo al catálogo de Ediciones Atlantis en su página web. ¿Cuál es el precio que suelen rondar sus libros? Exacto: 20€, euro arriba, euro abajo. Para seguir, recordad que a cada autor al que publican le ponen como condición que venda cien ejemplares de su libro en una presentación. Y para terminar, recordad que, de esos primeros cien ejemplares, el autor no ve ni un céntimo; todo va, al completo, para la editorial.

¿De verdad estaban en números rojos? Considerando todo lo que os he dicho hasta ahora, ¿de verdad debería haberme creído que realmente estaban en números rojos? No sé qué opinaréis vosotros, pero yo lo tuve claro: mentían. Mentían para darme largas, tenerme esperando mil años a que me pagaran y que, por narices, tuviera que seguir manteniendo mi novela publicada por ellos.
Esta vez ya no quise callarme. Después de que me hubieran tenido desinformada, que me hubieran cobrado un dineral sin decirme a las claras que era una coedición, que me hubieran faltado al respeto, que no promocionaran ni distribuyeran mi novela como era debido, que me mintieran...

No pude más. No quise aguantar más. A través de un mail, les dejé claro que no me podía creer que estuviesen en números rojos basándome en lo explicado anteriormente (los precios de sus libros, las presentaciones...), pero que conste en acta que mantuve las formas. No los insulté, no les falté al respeto, no les amenacé... Nada. Sólo constataba un hecho y pedía que me ingresaran lo que me correspondía.
Pareció que ese mail los asustó o algo, no sé, porque poco tiempo después (aunque no recuerdo concretamente cuánto, lo siento), recibí un ingreso como pago de esos 18 únicos ejemplares que, según ellos, se habían vendido en esos meses de Magia Medieval.

Pero yo ya tenía la decisión tomada. Y no estaba nada dispuesta a dar marcha atrás.

No tardé nada en comunicarles que quería rescindir el contrato que tenía con ellos. Pensé que iban a tomárselo mal, que iban a ponerse a la defensiva, que otra vez iban a faltarme al respeto... Pero no. Aunque reticentes, aceptaron mi decisión y pusieron en marcha el papeleo necesario para cortar con todo de forma legal.

En la primavera de 2011, pues, Magia Medieval dejó de estar en manos de estos impresentables.

Pero la cosa no acaba ahí, qué va. Ojalá. No contentos con haberme sacado el dinero, mentido y faltado al respeto (entre otras cosas), los editores de Atlantis decidieron, además, plagiar mi novela.

Durante el verano y el otoño de 2011, aún encontré ejemplares de Magia Medieval por las librerías que visitaba. No los habían retirado, sino que seguían estando disponibles; todo por tal de lucrarse desde la editorial, de enriquecerse aún más a costa de piratear el trabajo de otras personas. Y no soy la única a la que se lo han hecho...

A finales del verano, harta ya de encontrarme mi novela por todas partes pese a que hacía ya tres o cuatro meses que se rescindió el contrato, volví a contactar con Atlantis. Les pedí que retiraran los libros de una vez, les pregunté cómo era posible que aún pudiera haber ejemplares a la venta, les exigí explicaciones. Eso sí, y como siempre: con respeto.
Lo que les faltó a ellos cuando me contestaron.

Agarraos a la silla. Su respuesta fue más o menos así: "Los ejemplares tardan un poco en ser retirados por completo de las librerías, así que cálmate. No es culpa nuestra si los libreros aún no los han quitado. Y a ver si aprendes a mostrar un poco de respeto, que parece ser que no te enseñaron modales en la escuela".

¿Hola...? ¿Qué manera de hablar es esa?
De verdad, menos mal que todo esto fue a través de mails; de haber sido en persona, sí que les hubiera faltado al respeto. Y a lo grande. Con lo fácil que me es perder los papeles y lo que me cuesta controlarme y reflexionar antes de actuar. Y quien me conoce de verdad sabe que no miento.

De nuevo, punto 1: Vale que se tarde algo de tiempo en retirar los ejemplares, pero ¿más de tres meses? Seriously? Por desgracia no puedo estar segura porque no me manejo con estos temas, pero a mí, personalmente, me parece demasiado. El contrato se rescindió en marzo o abril, no recuerdo con exactitud, y cuando contacté con ellos ya estaba acabando el verano. Agosto-septiembre, vaya. Y aún había ejemplares de Magia Medieval disponibles. ¿De verdad se tarda tanto?

Punto 2: Si os fijáis, al decirme aquello, estaban quitándose ellos la culpa de encima para echársela, a cambio, a los libreros. A ver, según tengo entendido, los libreros también firman acuerdos con los editores para vender las novelas que éstos publican, de forma que, si se rompe un contrato, el editor ha de informar al librero para que retire los ejemplares de la novela en cuestión. 
Vamos, se supone que el librero vende lo que le dejan, y deja de vender cuando el editor se lo pide. Creo, ¿eh? No lo sé seguro, pero me parece lógico pensar que es así. Y si tengo razón, significa que, o bien los libreros ignoraron al editor y siguieron vendiendo mi libro... o bien el editor no dijo ni mú. Yo me inclino más por la segunda opción. ¿Y vosotros?

Punto 3: ¿De verdad ellos me estaban exigiendo respeto? ¿ELLOS? ¿Las personas más irrespetuosas que he tenido el disgusto de conocer en toda mi vida? Y lo mejor de todo es que me piden respeto al mismo tiempo que ellos me faltan al mío. Es una contradicción en toda regla, ¿no creéis?

Ellos no saben lo que es el respeto. Publican a escritores llenándolos de ilusiones, de promesas, de buenas perspectivas, pero con el único propósito de lucrarse. Exigen responsabilidad a sus escritores (véase el caso de la presentación, los cien ejemplares que hay que vender y lo bien que se acordaban de las tres semanas que me dieron de plazo), pero luego no les exijas tú a ellos responsabilidad, ¿eh? Que ellos han sido muy pacientes, buenos y respetuosos contigo. ¡Por dios! No se te ocurra exigirles nada, tú a callar y a tragar, a creerte sus mentiras y a aceptar sus desaires. ¡Que ellos te han publicado una novela! Qué más da que luego no la hayan movido como es debido. ¡No les exijas nada, ni tan siquiera responsabilidad!
Espero que se haya notado la ironía en mi anterior párrafo. Y todo el odio acumulado que tengo hacia ellos.

En fin. Después de todo lo acontecido y durante todo un año, no tuve noticias de ellos. En el sentido de que no volvimos a comunicarnos jamás, no porque ellos no dieran la nota... Como bien he dicho antes, no he sido la única persona que ha recibido estos tratos por parte de "Ediciones" Atlantis. Durante esos meses en que Magia Medieval estuvo legalmente a la venta, pude conocer a otros autores con los que compartía editorial; ahora mismo sólo recuerdo a una que, realmente, estuviera contenta con ellos.

No voy a dar nombres. Cada escritor debe decidir por sí mismo si quiere exponer su caso o prefiere llevarlo en privado y olvidar el asunto cuanto antes. Sólo digo que no soy la única, que no somos dos, ni tres, ni cuatro; somos más. Somos muchos los que hemos publicado con Atlantis y hemos salido escaldados. Y lo hemos pagado caro... o lo estamos pagando aún.
El único caso que, que yo sepa, ha sido públicamente denunciado por la autora es el de Gala Romaní. En su blog ha dedicado una entrada entera a hablar de su caso, os recomiendo que os paséis para comprobar de primera mano que esta historia puede repetirse sucediéndole a cualquiera.

Ya por suerte estamos llegando al final.
Sin haberme comunicado con Atlantis durante todo el año 2012, más concretamente desde su intento por enseñarme modales, ahora parecen haber vuelto a las andadas. No, sigo sin haber hablado con ellos, pero es muy posible que lo haga pronto, y otra vez me dirán que les falto al respeto mientras son ellos quienes me lo faltan a mí.
No hace todavía ni dos semanas, el viernes 15 de febrero de 2013, encontré un ejemplar de Magia Medieval a la venta en una librería de mi ciudad.

Tonta de mí. A causa del tiempo transcurrido, pensaba que ya se habían calmado las aguas, que se habían olvidado de mí, que podría intentar re-publicar la novela una vez corregida (que es precisamente lo que estoy haciendo en la actualidad).
Zas en toda la boca. Atlantis sigue vendiendo mi novela. Ilegalmente, por supuesto, pero la sigue vendiendo.

Repasemos. El contrato, de dos años, se firmó en febrero de 2010 y se rescindió en la primavera de 2011. Tengo ambos documentos para probar estos hechos; aunque la rescisión se hubiese firmado hace pocos meses, Atlantis seguiría sin tener derechos sobre mi novela, pues el contrato que rompimos era de dos años. Es decir: en teoría, la novela estaría con ellos de 2010 a 2012, pero por culpa de su mala gestión y sus malos modos, dejó de estarlo un año antes.
Ahora, en 2013, aunque la rescisión no se hubiera firmado, NO pueden seguir vendiendo la novela. El contrato hubiese concluido en 2012 de no ser por la rescisión. LA VENTA DE LA NOVELA POR PARTE DE ATLANTIS EN LA ACTUALIDAD ES TOTAL Y ABSOLUTAMENTE ILEGAL.

No sé si me he explicado bien, siempre doy demasiadas vueltas a las cosas... El contrato de 2010 establecía dos años, así que su venta hubiese sido legal hasta 2012; nunca hasta 2013. Pero la rescisión del contrato se firmó en 2011, así que hace ya dos años que Atlantis dejó de tener ninguna clase de derechos sobre Magia Medieval.

Me están pirateando. Están plagiando mi novela y vendiéndola de forma ilegal, mucho tiempo después de haberla liberado, todo por lucrarse. Se están enriqueciendo a costa de MI trabajo, mis sueños, mis ilusiones, mis personajes. ILEGALMENTE.

No, no puedo pagar a un abogado, de eso estoy segura. Pero si es necesario, dejaré los estudios si con ese dinero puedo contratar a uno que consiga demostrar lo que está haciendo Atlantis. Que demuestre que me han plagiado, pirateado, faltado al respeto en numerosas ocasiones y que incumplieron el contrato incluso antes de que la novela se pusiera a la venta.

Les podría caer un buen paquete, sin duda, pero esta vez voy a hacer bien las cosas. Voy a ir poco a poco, hablando primero con terceras personas (los libreros, por ejemplo), para que me ayuden a que los ejemplares que quedan de Magia Medieval dejen de estar a la venta. A los editores de Atlantis no pienso contactarles a no ser que sea total y absolutamente necesario, porque estoy viendo que esta vez no me controlo y los pongo verdes. Y, entonces sí, les daría motivos para demostrar que les falto al respeto.

En caso de que este ejemplar, y los que hagan falta, se retiren sin problemas de la venta al público, sólo les escribiré para asegurarme de que realmente NO quedan ejemplares de Magia Medieval, ni a la venta ni en stock. Claro que probablemente dudaría si confiar en su palabra o no, pero supongo que no me quedará otra. De todas maneras, yo misma puedo pasearme por librerías para asegurarme, y si es necesario, hablaré detenidamente con el librero en cuestión para que comprenda que la venta de estos libros es ilegal.

No creo que ningún librero quiera arriesgarse a mantener en sus estanterías un libro que debería haber dejado de estar a la venta hace mucho. Con los papeles por delante, no me será difícil demostrar que soy yo quien tiene la razón en este asunto, y que es Ediciones Atlantis quien estafa a sus autores, los plagia y piratea y, muy probablemente, engaña a los libreros para lucrarse a costa del trabajo, esfuerzo e ilusiones de otra persona. Tengo confianza en este asunto; tengo las de ganar, aunque si el asunto requiriese de mayores medidas legales, muy probablemente me arruinaría. Pero merecería la pena, de eso estoy segura.

Y hasta aquí mi larga historia con Ediciones Atlantis... Lamento haber creado una entrada tan larga, pero comprended que no quisiera dejarme nada en el tintero. 

Los editores de Atlantis son unos estafadores, plagiadores e irrespetuosos, y su caso merece ser conocido. Ningún escritor, ninguno en el mundo, se merece que semejantes elementos (me estoy conteniendo para no insultar, que no quiero faltar al respeto pese a todo) jueguen con sus ilusiones, con sus esfuerzos, con sus deseos y con sus sueños.

Todo escritor pone estos ingredientes, y más, en cada una de las historias que crea. ¿Es realmente justo que una personas con ánimo de lucro tiren por la borda todos sus deseos de esta manera?
Conmigo lo hicieron. Y, creedme, es lo peor del mundo. No se lo deseo a nadie, ni tan siquiera a mi peor enemigo.

Ahora ya sabéis quiénes se esconden detrás de Ediciones Atlantis. Ahora ya sabéis cómo son, cómo actúan, cómo exigen cosas que ellos no son capaces de dar. Si firmáis con ellos, estás prevenidos: os van a mantener desinformados, a faltar al respeto, a exigir una responsabilidad que ellos no tienen, a robar, a plagiar... y a destrozar vuestras ilusiones.
No firméis con ellos. No se merecen seguir existiendo como editorial; no es justo que continúen engañando a la gente y lucrándose a su costa. Personalmente pienso que autopublicar una obra es mil veces más sencillo, barato y satisfactorio que firmar con Atlantis. No soy una experta, pero al menos, al autopublicar decides tú. Nadie te falta al respeto. Nadie te roba. Y nadie te plagia.

NO FIRMÉIS CON EDICIONES ATLANTIS.

Hagamos, entre todos, que se hunda.
Si nadie firma, dejarán de tener libros que publicar y plagiar.
Hasta que se vean obligados a dejar el "negocio".

QUE NADIE, JAMÁS, VUELVA A FIRMAR UN CONTRATO CON "EDICIONES" ATLANTIS.


Gracias, gracias, gracias por leer. Sea sólo una parte o sea la entrada entera, si has leído algo de lo que he contado sobre Atlantis, GRACIAS.
Ayudadme a difundir esta entrada, por favor. Que se conozca, que se sepa cómo son los editores de Atlantis. Que todo escritor del mundo pueda leer esto y se abstenga de firmar nada con ellos. Lo que me ha pasado a mí podría pasarle a cualquiera; ¡evitémoslo!

Gracias a todos. Cualquier comentario o mail será bienvenido. Ya sabéis dónde encontrarme :)

EDITO (9-3-17).
Bueno, ha llovido muchísimo desde que escribí esta entrada y creo que, si la hubiera escrito hoy, quizás la parte del final no la hubiese puesto. Sigo estando en contra de Atlantis y sigo sin querer saber nada de ellos, pero todo el mundo tiene derecho a decidir por sí mismo si publicar o no con ellos. El riesgo está ahí, porque, como dije hace cuatro años, no fui la única a la que le fue mal con Atlantis. Realmente es bastante difícil que te vaya bien al publicar con ellos, al menos por lo que yo he podido ver, pero cualquiera es libre de decidir si tomar el riesgo o no.

El problema lo tengo con la editorial, claramente. He tratado de recuperar los mails que menciono en la entrada, pero por ahora tan sólo he conseguido recopilar unos pocos. El motivo es que la cuenta que utilizaba por aquel entonces era de hotmail y, no sé muy bien cómo ni por qué, me la robaron. No puedo acceder a esa cuenta. A través de mi cuenta actual pude llegar hasta algunos de los primeros mails que intercambié con Atlantis, pero, a partir de noviembre de 2010, se pierde el rastro de esos mails.

Yo realmente no tengo motivo para inventarme nada, como muchas personas han dicho en los comentarios. ¿Qué gano yo inventándome que una editorial me ha estafado? Dinero no, desde luego, porque sigo igual de pobre que entonces o incluso más. ¿Fama? Me conocen en mi casa a la hora de comer y ya xD Realmente no se me ocurre ningún beneficio que yo podría sacar inventándome una historia así. ¿De verdad hay gente que piensa que me puedo aburrir tanto como para decidir tomarla con una empresa así porque sí?

Bueno, os diré algo. Cuando escribo esto ya estamos en marzo de 2017. Hace unos días fui a una librería de mi ciudad y allí seguía el dichoso ejemplar de Magia medieval editado por Atlantis. Allí sigue, a la venta, siete años después de la publicación de la novela. Seis años después de que se rescindiera el contrato. Cuatro años después de haber tenido noticias de ellos por última vez.

Subiré a instagram una foto en cuestión la próxima vez que vaya a la librería, e incluso lo pondré en stories. Así quedará claro que la foto es del día en cuestión que vaya a la librería, y no de hace cuatro años. Si queréis podéis seguirme en instagram y estar atentos para ver la foto y la story. Siendo hoy jueves, nueve de marzo, supongo que de aquí a una semana ya habré ido a la librería y habré podido hacer la foto. Y haré todo lo posible para probar que la foto es actual y no de hace años.

En fin, poco más me queda por decir. Me alegro de que contar mi historia sirviera en su momento para ayudar a personas a decidirse sobre si publicar con Atlantis o no. Tengo entendido que la editorial ya no hace lo de los cien ejemplares, pero también tengo entendido que siguen sin haberse enmendado con lo de la promoción y distribución. Sinceramente, para eso, prefiero autoeditarme, como ya hice en 2013 con Trece y en 2015 con BECADP. Y probablemente siga autopublicando futuras historias, porque ya salí bastante escaldada tras mi experiencia con Atlantis.

De nuevo, lo digo: no es que quiera hacerles boicot a la editorial ni nada, pero realmente desearía que dejasen de jugar con las ilusiones de nadie. Ningún escritor se merece que jueguen con sus deseos de ver su obra publicada, todo para enriquecerse a su costa. Todo escritor se merece tener la opción de decidir, por supuesto, pero creo que también tiene derecho a conocer qué puede pasarle según si firma o no. Y eso no te lo cuentan.

Pase lo que pase, publiquéis o no con Atlantis, espero de verdad que os vaya maravillosamente bien :) Y gracias mil por todo el apoyo mostrado a lo largo de estos cuatro años :3

lunes, 11 de febrero de 2013

¡Book-tour de Días sin fin!

¡Hola a todos!
Aquí está el proyecto que me traía entre manos ^^

Supongo que todos sabréis ya lo que es un book-tour :) Se trata simplemente de enviar un ejemplar del libro en cuestión por correo, a cada persona que se apunte a la lista de lectores, de forma que todos tengan la oportunidad de leerlo y el tiempo suficiente para disfrutarlo y enviarlo al siguiente.

Eso sí, quiero dejar claro que no tengo nada que ver con el Blog Book Tour, que se encargaba de organizar tours de libros y que lleva inactivo un tiempo (yo misma participé donando libros y, voilà, perdí uno). El de Días sin fin lo llevaría yo personalmente, en caso de que saliese adelante, y hasta me voy a permitir poner yo unas normas algo diferentes a las del Blog Book Tour ^^

Reglas.
-Lo primero, si queréis leer Días sin fin, tenéis que enviarme un mail a sandra.cgallegos@gmail.com para poderos apuntar. De momento, y puesto que no es seguro que esto vaya a salir adelante, no necesito vuestras direcciones postales; con un nick, un blog y el puesto en el que os gustaría recibir la novela (dependiendo de cómo creáis que estaréis de tiempo y demás) será suficiente :)

-Si esto sale adelante, he pensado que cada lector puede tener el libro en su casa durante tres semanas. Considero que es un plazo lo bastante amplio como para poder leer, disfrutar y enviar el libro a la siguiente persona ;) Por supuesto, se admiten sugerencias respecto a este punto.

-Por favor, si os unís, quiero compromiso. Quiero que de verdad leáis la novela, que la reseñéis en vuestros blogs o bien, si lo preferís, me enviéis por correo vuestra opinión. Pero si os apuntáis, de verdad, sólo pido que no abandonéis el tour de buenas a primeras. Si surgiesen circunstancias especiales, sean buenas o malas, la persona en cuestión puede contactar conmigo y ya veríamos lo que hacemos; pero, en un principio, no tiene por qué suceder nada, así que quien se apunte, por favor, por favor, que cumpla con su parte hasta el final. Gracias :)

-Otra cosa que pido por favor es que se tenga todo el cuidado el mundo con el libro. Lo voy a donar yo, y habrá sólo un ejemplar, así que si se pierde, se mancha, se arruga... adiós tour. Yo no tengo más ejemplares y por supuesto comprendo que a cualquiera se le puede caer o manchar el libro, pero tenedlo en cuenta, por favor: si le pasa algo al ejemplar, adiós tour. Así que, por favor, cuidadlo. Y cuando lo recibáis en casa, me gustaría que me enviaseis una foto, para comprobar que está en perfecto estado. Gracias :)

-El mínimo de personas que harían falta para sacar esto adelante serían cinco. Con que tan sólo cinco personas a lo largo y ancho de España deseen leer Días sin fin... esto saldrá adelante. En cuanto al máximo, no voy a aventurarme a decir nada, pues lo principal es ver que se apunte gente. Dependiendo de cuánto éxito obtenga este proyecto, ya decidiré si poner o no un tope ;)

En fin, creo que esto es todo, de momento. Os rogaría, por favor, que aunque no queráis apuntaros o no os interese, le dieseis la máxima difusión a este proyecto. A cuanta más gente llegue, más gente podrá plantearse si participar, y entonces el book-tour de Días sin fin podrá hacerse :)

Por supuesto, para cualquier duda, consulta, sugerencia... que queráis hacerme, podéis preguntarme bien en los comentarios, bien a través de un mail (sandra.cgallegos@gmail.com). Estaré atenta y disponible para responderos con la mayor brevedad posible :)

Bien, por mi parte nada más. Esto ahora depende enteramente de vosotros ^^ Espero de verdad que se anime mucha gente :D
¡Besos!

domingo, 10 de febrero de 2013

¡Ya de vuelta!

Hello everybody!
¡Ya por fin acabé los exámenes! Y eso significa que vuelvo a ser libre para bloguear, para leer, para escribir, para corregir... ¡Tengo tantísimas cosas pendientes por hacer!

Para empezar, comienzo retomando Trece. He decidido eliminar uno de los relatos que iba a incluir, el que menos me gustaba, y escribir otro que tengo ya bien pensado y planificado, para añadirlo en lugar del anterior. Lo más probable es que, en esta semana que tengo de vacaciones, lo escriba, añada y ya deje Trece perfecto y listo para autopublicar (y a ver si creo ya por fin su apartado en el blog...)

Eso sí, primero tengo que pasarme por el Registro de la Propiedad Intelectual, cosa que espero hacer de aquí a dos semanas. Aunque, la verdad, la última vez que fui fue a finales de 2009, así que no sé si habrá cambiado la cosa xD Tengo que informarme primero, por si exigen algún tipo de letra específico, o de espaciado, o si han subido las tasas... En fin, lo típico.

Además... se me ha ocurrido una cosilla que podría intentar hacer con Trece. No es nada seguro, y además sería muy precipitado, pero por lo menos quiero intentarlo. Si saliese bien, igual se alteraría la fecha de publicación de la antología... pero ya digo que no es nada seguro, y lo más probable es que ni salga bien. En fin, mejor me callo ya xD Ya lo iré contando todo poco a poco, cuando sea seguro.

¡Por cierto! Mañana voy a anunciar una cosilla acerca de Días sin fin. Sería una cosa que yo misma llevaré, dirigiré y controlaré, y para la que yo misma decidiré las reglas en base a las personas que se apunten. Si es que se apunta alguien, claro ;) Un mínimo de cinco personas bastaría para sacar adelante este proyecto que tengo en mente, y si me seguís en twitter, seguramente ya habréis visto un tweet que hace referencia a ello... Claro que es de hace unos cuantos días, así que igual ni lo recordaréis xD
En fin, no me gusta andarme con tanto secretismo, pero prefiero tratar de dejar las cosas bien cerradas antes de soltar nada. Mañana, de todas maneras, lo sabréis todo acerca de este proyecto que tengo con respecto a mi novela publicada, Días sin fin ;)

Os dejo por hoy ^^ ¡Atentos mañana al blog!